martes, 1 de diciembre de 2009

Retratos =D

Alberto García es profesor de Comunicación Audiovisual, asignatura que imparte desde su obtención del título de doctor con la tesis “Realidad y representación en el cine de Basilio Martín Patino: montaje, falsificación, metaficción y ensayo”. Este trabajo le valió la concesión del Premio Extraordinario de Doctorado de la Facultad de Comunicación en 2005. Ha sido investigador visitante en Fordham University (Nueva York) y, en mayo de 2008, obtuvo la acreditación como Contratado Doctor según la ANECA.
Actualmente, su investigación se reparte entre el universo de los informativos televisivos y la teoría del cine. La primera línea está consagrada a los nacientes formatos de la información televisiva y al análisis de los contenidos de los telediarios; la segunda aborda las fronteras de los discursos documentales, las nuevas propuestas fílmicas en el ámbito de la no-ficción y las relaciones entre la realidad y la representación audiovisual.
De ahí han surgido publicaciones académicas relacionadas con diversos aspectos teóricos como “El film de montaje. Una propuesta tipológica” (Secuencias), “La imagen que piensa. Hacia una definición del ensayo audiovisual”, (Comunicación y Sociedad) o “La traición de las imágenes: mecanismos y estrategias retóricas de la falsificación audiovisual” (Zer).
Asimismo, también ha publicado artículos en los que analiza el cine de Basilio Martín Patino, una de las figuras esenciales del cine español: “Una revisión fílmica de Franco y la Guerra Civil:Contrapropaganda y memoria en Caudillo” (Historia Social), “La realidad como estilo. Los límites de la representación en Andalucía, un siglo de fascinación” (Ámbitos), e “Ironía, nostalgia y deconstrucción en Canciones para después de una guerra” (Trípodos).
Su labor investigadora se completa con dos libros: ha co-editado Landscapes of the Self. The Cinema of Ross McElwee / Paisajes del yo. El cine de Ross McElwee (2007) y, recientemente, ha publicado El cine de no-ficción en Martín Patino (2008). Además, colabora con la revista Nuestro Tiempo y asiste puntualmente, cada viernes, a su cita con los estrenos de cine en la 98.3 Radio Universidad de Navarra.
-¿Por qué decidió estudiar la carrera de Periodismo?
-No se tenia 16 o 17 años y estaba en Murcia viviendo. Recuerdo que me gustaba mucho leer, la literatura, y dudaba entre hacer Filología o Periodismo. Tenía un hermano estudiando aquí humanidades, y al final me decanté por el Periodismo y como no había en Murcia me decidí por venir a Pamplona. Al principio recuerdo que me apasionaba el Periodismo deportivo, y todo lo relacionado con él, las radios deportivas… Me gustaba mucho leer, el cine y en el plan de estudios me dijeron que aquí en la facultad de periodismo: “Te enseñamos a contar historias”…
Me gustaba el periodismo deportivo, quién lo diría, no me lo puedo creer (entre risas)
-¿Por qué estudiando la carrera de Periodismo se decidió finalmente por impartir una asignatura de Comunicación Audiovisual?
- Hice muchas prácticas, pero en tercero di una asignatura optativa que impartía Efren Cuevas, que se llamaba Crítica cinematográfica. Se ve que lo hice bien, y Efren vio en mí un buen perfil para quedarme a hacer tesis doctorales con él. Podría decirse que soy una especie de tránsfuga. Soy un doble traidor porque me he vuelto al mundo del Periodismo, aunque imparto la asignatura de Comunicación Audiovisual, estoy en el departamento de Proyectos Periodísticos.…Por lo que me doy cuenta ahora, no puedo estas mucho en un sitio.
-¿Cree que la fotografía es importante en el Periodismo?
-Si claro, es fundamental. Intuyo que una de las grandes revoluciones de los periódicos en el siglo XIX fue la foto. Ya no solo el poder contar las cosas con ellas, sino el poder mostrarlas. Años antes la revolución fue la inclusión de elementos gráficos.
Lo visual tiene una potencia referencial grandísima. Como lo estamos viendo nos lo creemos. La foto aporta credibilidad al mundo del periodismo. Ya no es un tío que te cuenta la guerra, sino que te la muestra. La fotografía es una imagen que hace que confiemos mas en lo que nos cuentan, Aunque en el fondo es una trampa porque depende del ángulo, de si esta retocada, de porqué elegimos esa foto y no otra...Pero en general al foto es un salto grañidísimo. Lo estoy viendo me lo creo
-¿Qué opina sobre la manipulación de las fotografías?
-A veces se entiende por manipulación cosas que no son. Cuando alguien decide ya hay una inevitable mediación, y solo están ejerciendo su labor periodística, y muchos consideran a eso manipulación. Hay que diferencias manipulación de trabajo periodístico. Yo entiendo por manipulación cuando se teatraliza algo que nunca ocurrió. Es restar espontaneidad a algo que lo tiene. Por supuesto con la imagen digital esa manipulación puede ser más fácil. Es una estafa al lector, porque la idea de ver y creer esta siendo pervertida.
- Y para terminar, ¿cómo vivió el paso de ser alumno a profesor de la Universidad de Navarra?
-Claro el paso no es d un día para otro. Lo que si es que pasas la trinchera cuando pasas a ser estudiante de cuarto a ayudante. Corriges prácticas de los alumnos, casi nadie sabe tu nombre todavía, puedes sin miedo a que alguien te asalte por el pasillo o por la Universidad y te pregunte el porqué de su suspenso. El tercer o cuarto año d tesis das alguna clase ya, y de repente ya te ves en el otro lado. Es un poco traumático, bueno mejor dicho es una especie de shok que te da. Estar ante un público que admite que tienes autoridad sobre ellos impone mucho. Es una gran responsabilidad, la tarea de educar es apasionante y sensible porque tratas con mentes de personas. Aquí se intenta tratar con ideas. Cuando mandas a alguien a septiembre y repita la asignatura, en el fondo es decidir sobre gente. Decides sobre el destino de la gente, y eso siempre impone un poco.


María Goicoetxea es una estudiante de Periodismo, y una de mis mejores amigas desde que llegué a Pamplona. Le entusiasma el mundo deportivo, y en un futuro no muy lejano le gustaría dedicarse a esto.



-¿Por qué elegiste estudiar periodismo?
-Desde pequeña me ha gustado este mundo. En lo que más me gustaría centrarme es en el periodismo deportivo, sobre todo en el fútbol. Soy muy seguidora de este deporte y por eso me gustaría dedicarme a eso. Aunque tampoco descartaría trabajar en cualquier otra sección, ya que en los tiempos que estamos…
-¿Por qué decidiste quedarte en Pamplona?
-Porque cuando acabé el colegio miré diferentes universidades, pero siempre me dijeron que la de Navarra era la que más prestigio tenía, y además a mí me venía bien, porque soy de aquí. También me hubiera gustado conocer la experiencia que vivís los que venís de fuera, pero bueno estos años en la facultad no los cambiaría por nada. Aunque yo tengo mi cuadrilla aquí, he conocido a mucha gente que merece la pena, y que sino no hubiera conocido nunca.
-¿Cuáles son tus proyectos/expectativas de futuro?
-Cuando acabe la carrera me gustaría especializarme, como ya he dicho antes, en el periodismo deportivo, bien hacer un máster o algún tipo de curso. Me encantaría trabajar en algún medio centrado en deportes, a poder ser en una emisora de radio. Pero bueno ahora lo que toca es sacarse los cursos que me restan, y así ya poder ver ese futuro más cercano.






domingo, 22 de noviembre de 2009

Bodegas del Señorío de Otazu

La visita a las Bodegas del Señorío de Otazu me resultó muy interesante. Ya conocía las Bodegas del Somontano, pero sinceramente estas me sorprendieron gratamente. Lo que quizá no me llegaría a sorprender sería el vino (no pude realizar la cata), pero nunca se sabe. . .
El entorno que rodeaba la bodega era fantástico. Parecía que te habías ido a cientos de kilómetros de Pamplona...Me gusto la conservación del edificio, y la arquitectura de la sala de las barricas. La sala de los botelleros me pareció interesante, por el juego de luces que había.
Cuando empecé a sacar fotos no me parecía que pudiese hacer mucho con aquellos "modelos" pero una vez te acostumbras a estar rodeada de barricas, e intenso olor a vino todo resulta más facil.

Alrededores de las bodegas




Botellero




Barricas




Y el vino se hace así...







Los toneles más caros...





Más toneles



Y seguimos con los toneles



















viernes, 20 de noviembre de 2009

Cartier Bresson, un siglo en un instante


EL INSTANTE ÚNICO E IRREPETIBLE

Henri Cartier Bresson nació el 22 agosto de 1908 - Henri Cartier-Bresson nació el 22 de agosto de 1908, hace 100 años, con una capacidad inusual para la observación que volcó en la fotografía hasta tal punto que conocer su obra es sinónimo de conocer una parte de la historia gráfica del siglo XX. Referirse a Cartier-Bresson es, ante todo, hacer una pausa en su concepto del "instante decisivo", con el que definió el momento exacto en el que se toma la foto, es decir, cuando "se alinea -en palabras suyas- la cabeza, el ojo y el corazón. Es considerado por muchos el padre del fotorreportaje.

Considerado el padre del reportaje gráfico, Henry Cartier-Bresson recorrió medio mundo inmortalizando con su cámara los acontecimientos y rostros más importantes del siglo XX. Todo un hito en la historia de la fotografía de quien este año se ha celebrado el centenario de su nacimiento.

Mas tarde cursa sus estudios secundarios en el Lycée Condorcet en París, donde no llega a graduarse. Paralelamente a su educación en el Liceo, estudia pintura de manera independiente con dos maestros diferentes. Entre 1927 y 1928 estudia con el pintor cubista Andre Lhote, durante estos años de formación desarrolla el entrenamiento visual que serviría como la estructura para su arte como fotógrafo.Se formó en la Escuela nacional superior de Bellas Artes, y abandona finalmente la fotografía en 1970 para dedicarse al dibujo.

Fallece el 2 de agosto de 2004 en Cereste, al suroeste de Francia



Considerado el padre del reportaje gráfico, Henry Cartier-Bresson recorrió medio mundo inmortalizando con su cámara los acontecimientos y rostros más importantes del siglo XX. Todo un hito en la historia de la fotografía de quien este año se ha celebrado el centenario de su nacimiento.
Parecía todo inventado, en términos generales, en aquel París convaleciente de tres décadas de vanguardias cuando un joven Cartier-Bresson (1908-2004), discípulo de André Lothe y cercano, por tanto, a los círculos surrealistas parisinos, decidió abandonar el prestigioso mundo de la pintura para dedicarse a la fotografía, especialidad en auge gracias a la actividad de algunos pioneros como Alfred Stieglitz, Edward Steichen o el propio Man Ray. Es bien sabido que, en lo que respecta al arte, destacar está al alcance de muy pocos y más, incluso, en el siglo XX, periodo de continua transformación que dio como resultado la mayor variedad de experiencias artísticas manifestadas en tan sólo cien años; pues bien, Cartier-Bresson ideó el fotoperiodismo, fue el mejor con la cámara en las manos y destacó en su tiempo por su particular percepción de la realidad a través del visor. Nadie como él supo plasmar los acontecimientos y rostros más relevantes de las últimas décadas, razón por la cual recibió de su principal biógrafo, el periodista y ensayista francés Pierre Assouline, el sobrenombre que le acompañará desde entonces: El ojo del siglo.







Obsesionado, desde el comienzo, por captar la imagen perfecta, hizo del “instante decisivo”, traducción literal de Images a la sauvette –título de una selección editorial publicada en 1952 sobre sus primeros veinte años como fotógrafo–, su seña de identidad. Ya no bastaba con estar en el sitio oportuno en el momento adecuado, hasta entonces más que suficiente para cualquier reportero, también era necesario saber contemplar, reflexionar, esperar y apretar el disparador en el momento preciso, cuando se producía el clímax de la escena, y, como él mismo afirmó, “alineando la cabeza, el ojo y el corazón”. En realidad, “el instante decisivo” es el concepto que da sentido al reportaje gráfico y, sin duda, la característica esencial de la fotografía documental desde que Cartier-Bresson comenzara a practicarla en sus múltiples viajes. Gracias a esta categoría estética, una imagen puede valer más que mil palabras, razón de ser del fotoperiodismo.








Además, y por si fuera poco, este humanista, amante de la pintura y la literatura, interesado por el surrealismo e influido por la espontaneidad e intuición de la obra de André Bretón, alcanzó una técnica fotográfica envidiable y gozó de gran seguridad con la cámara en las manos. Tanto es así que, salvo en dos ocasiones –ambas por causas de fuerza mayor–, nunca recortó sus negativos ni aprovechó el laboratorio para mejorar o retocar las imágenes. Positivó sus fotografías respetando, siempre, los encuadres y características de la toma inicial, otro distintivo de la obra de Cartier-Bresson impensable e inviable, ciertamente, para muchos fotógrafos del siglo XX.












Bajo mi punto de vist Cartier Bresson es uno de los mejores fotógrafos del siglo XX. Siempre explicaba que para conseguir una buena fotografía se debía poner la cabeza, el ojo y el corazón en el punto álgido de la acción, donde aparece la tensión creativa del momento que estuviera viviendo, aquel que él mismo definió como punto de equilibrio. Lo que consiguió Cartier Bresson, captar ese momento precisos, que pueden pasr desapercibidos para muchos de nosotros me parece excelente.
Sus fotografías son simples, pero muestran muchas cosas. Por ejemplo un ade mis favoritas, cuando esta saltando en el charco, quiere captar justo el momento en el que el cuerpo del modelo tiene l mism posición que el cartel que hay detrás.







miércoles, 11 de noviembre de 2009

Rincones de Pamplona



Hasta hace dos años yo tan solo conocía de esta maravillosa ciudad que en ella se celebraba una de las mejores fiestas de España. Cuando llegué hace tres años a estudiar aquí, la verdad, pense: ¡Qué ciudad más triste y gris! Pero poco a poco te acostumbras a las mañanas, tardes, noches lluviosas pamplonicas; a ver como el termómetro que hay al llegar a la universidad marca menos algún grado en invierno...Fotografíar rincones de Pamplona parece tarea fácil, pero os aseguro que para una persona que no es de aquí no es nada sencilla la cosa. No quería sacar las fotos típicas de Pamplona que cualquier persona pueda conocer: plaza de toros, ciudadela, Carlos III... Quería poder enseñar a mis amigos y familiares (que por ahora son los únicos que "admiran" mis fotografías), que Pamplona tiene algo más que los cuatro monumentos que todos conocemos.
Por ello me dispuse camara en mano y junto a mi amiga María a recorrer todos los rincones que no conocía de Pamplona en una mañana.
Tuve la suerte de que me acompañara María que es de aquí, y me enseñó sitios que nunca podría haber visitado sin una guía en mano. Es verdad que al final caí en la tentación de fotografíar algo muy conocido como es la Plaza del Castillo, pero esque desde el casino se veía tan bonita...
Nose si habre hecho unas fotos bonitas, pero por lo menos se que he conseguido que mis amigos digan: ¡Vaya pero si en Pamplona hay algo más que lluvia y toros!































lunes, 9 de noviembre de 2009

Cuento de navidad

La cartera perdida...


El estanco de Auggie


Mientras Auggie contaba la historia...


La abuelita Ethel




La abuelita Ethel a la espera de su nieto...






Reglas de composición


Regla del equilibrio



Regla de los tercios



Regla simplicidad



Regla encuadre



Regla relación figura-fondo


Regla relación figura-fondo




Regla de las líneas



Regla de los tercios











martes, 6 de octubre de 2009

Una explosión de aromas y colores



















Por fuera es simple, sin grandes adornos, pero dentro oculta miles d olores, texturas y sabores que hacen que cualquiera quiera fotogrfíar las decenas de puestos que hay en el Mercado de San Antonio, a pocos metros de la Plaza Consistorial.
Carnes, lácteos, alimentos precocinados, prensa, productos de herboristería, productos ecológicos… tienen cabida dentro de este mercado. Cada tendero es diferente, desde la señora gordita que esta vendiendo huevos, y los jovenzuelo que anima las largas colas en la pescadería, pasando por el señor con cara de bonachón que ofrece flores a todas las mujeres.

Conforme paseo mis ojos se abren cada vez más, miran perplejos la cantidad de colores presentes y paso de ver los tonos vivos de las verduras y las frutas a las tonalidades tierra de todas esas clases de pan. Es una explosión de colores.

Es un martes a las diez de la mañana y no hay mucho movimiento de gente, tan sólo algunas parejas de ancianos tirando de sus viejos carros de compra, y esto me permite observar más fácilmente cada detalle. Me quedo quieta y observo que más de un puesto ha tenido que cerrar sus "puertas"... ¡maldita crisis!