
¿Fotografiar un árbol? .... ¿Pero de verdad? Eso es lo que me dijeron mis amigas cuando les pedí que me acompañaran de ruta por el pueblo para encontrar el árbol perfecto. No sabía bien cuál elegir. Pensé unos cuantos, pero al fotografíarlos ninguna de las fotos me decían nada. Cansada ya de buscar, fuimos a mi casa de campo para poder descansar un rato y charlar. Miré a mi alrededor y ante mis ojos había decenas de olivos que me transmitían cientos de recuerdos de infancia. Había pasado toda la tarde buscando algo que lo tenía en mi propia casa. Ya era seguro, ese iba a ser mi objetivo ante la cámara.

No es el árbol más bonito, ni tampoco el más típico de

Los Monegros, pero ese árbol hace que recuerde aquellos años de infancia en los que ellos fueron nuestros compañeros de juego. Pásabamos horas allí, jugando y correteando entre los olivos. Pero no solo han sido testigos de nuestros juegos infantiles, también nos han visto crecer y han escuchado muchas confidencias. Si los árboles hablaran....
Ellos lo saben todo. Saben quién fue nuestro primer amor, saben cuándo fue nuestro primer suspenso, saben... saben.... ¡SABEN DEMASIADO!

No hay comentarios:
Publicar un comentario